Si usted tiene un leve temor al avión no es entonces un fóbico que se precie de serlo. Por eso si quiere ganar la raspadita y no seguir participando, si desea sentir realmente la fobia a volar y así tener un motivo para sufrir y ser una víctima como corresponde, entonces siga las siguientes intrucciones:
1.- Mire permanentemente por la ventanilla para ser el primero en estar en la puerta y bajar si nota que el avión empieza de a poco a caer en picada.
2.- Viaje toda la travesía con el cinturón de seguridad porque tendrá la fantasía que con la panza apretada y la comida atragantada le servirán de airbag si se cae el avión.
3.- Alterne mirar por la ventilla con una buena fractura de cervicales mirando el mayor tiempo posible para atrás para verle la cara de las azafatas. Tenga a mano una galletita de agua cero colesterol para abrirse las venas y suicidarse si ve que alguna de las aeromozas está llorando. Por lo menos no le dara el gusto al avión que tenga la última palabra, antes se mata usted.
4- Nunca se levante para ir al baño porque el avión puede desestabilizarse y caer en picada, tenga la precaución de llevarse una bolsa colectora, sonda, chata o papagayo.
5. Nunca se empastille para dormirse porque si el avión se cae no se va a dar cuenta, mejor padecer y ver como se hace torta contra el suelo.
6. Pida alguna película apropiada a las circunstancias o sea estrellándose a lo grande para que despierte en usted la inquietud de pensar que pasaría si fuera su avión. Es un buen estímulo de ataque de pánico.
7.- No se sienta solo en ésto, ante el menor indicio de problemas grite, grite todo lo que pueda porque en grupo los problemas se resuelven mejor.
Si con estos pequeños consejos usted no logra el grado de fobia esperado al 100% entonces no tiene remedio, ni siquiera el genérico, mejor viaje en barco y piense en el Titanic a ver si aprende a ganarse el derecho de ser fóbico/a.
Raque
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