ASI SOY YO

Un poquito ácida, bizarra, irónica y pícara.

Una topadora o una mezcla explosiva porque a veces soy difícil de seguir, aunque para nada imposible de alcanzar.

Lo que nadie sabe y es momento de ser revelado aunque sea muy, pero muy íntimo es que:

"ME QUIERO TANTO QUE JAMAS PODRIA DIVORCIARME DE MI".

sábado, 29 de mayo de 2010

EL ENTIERRO. UNA HISTORIA

Todo estaba preparado para el entierro y no era ni el de la batata ni la sardina precisamente, aunque la difunta hubiera preferido un final más feliz.  Es que nos guste o no cuando te llega la fecha de vencimiento es con número de lote y todo para que no haya confusiones.

Dolores Berga-Mota  había fallecido, que Dios la tenga en la gloria y no la suelte nunca.  Ahora le tocaba a él acogerla porque ya la habían acogido bastante en la tierra y su buen dinerillo hizo pues si que fue una mujer que había estado en la vida, en la vida de más un  caballero.
Previamente al entierro y como corresponde, los deudos y acreedores, concurrieron a la misa.   Pobre abuela, se nos fue sin decir una palabra, ni mu, porque se le atraganto un pedazo de manzana como a Blancanieves sólo que ningún paramedico del Same la quiso besar a ver si se despertaba.

Cuando el párroco iba a iniciar la misa, se detuvo y pidiendo mil disculpas a los presentes dijo:
- Me voy a echar un cloro y vuelvo. 

No faltó quien aclaro que esa frase no era parte de la ceremonia, sino que el clérigo tenía que juntar la orina de 24 hs. para un análisis.
Cuando regresó, mientras se acomodaba en el púlpito, también se acomodó el pulpito porque se le había enganchado la túnica en el cierre del pantalón con el apuro de salir del baño.

En el momento que comenzó a balbucear el responso y mientras ardían centenares de velas, se escuchó en el silencio sepulcral de la capilla:

- Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas nonita...
- Shhh callate Pedro que no es el cumpleaños de la abuela......

La misa finalizó entre pésames, risas y un ágape en honor a la vieja.  No faltó un infante que vio pasar a alguien con unas sogas y preguntó si la iban a atar para que no se escape, a lo que el padre le respondió:
- Qué ni se le ocurra, ya pasaron las 48 hs de plazo para devolver el cajón.  Ella quiso morirse entonces que se haga cargo de la elección que para eso era un adultera mayor de 21 años.

La procesión llegó al cementerio, rogando bajen el jonca rápido porque era la hora del almuerzo.
Lamentablemente el terrenito que el abuelo había comprado para ella y le había regalado con tanto amor, estaba ocupado, usurpado por... ¡¡¡Otra!!!.  Pícaro había resultado ser el nono.

Cuando logramos finalmente enterrar a la nona, que ya se estaba poniendo impaciente no sabemos si porque le faltaba el aire o ya quería tomarse la  siesta eterna, los pocos que allí estaban se miraron con cara de alivio y dijeron:
-Qué suerte que tenés nona, porque morir es como dormir pero no te va a hacer falta que te levantes a hacer pis ni te pongas el pañal descartable por al incontinencia.

Nonita que tengas un buen viaje al más allá, siempre te vamos a recordar porque gracias a tu partida podremos hacer nuestro viaje en el más acá, porque ya no pagaremos más el geriatrico privado que fue peor que tener una hipoteca y todo para que al final te mueras igual.

Raque


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